Barcelona, 20 de noviembre de 2025:
Las tutorías van viento en popa.
Este noviembre he aceptado, por primera vez, cuatro autores y autoras bajo mi tutela.
Y no puedo estar más feliz.
No hay mejor recompensa para un tutor que presenciar como la creación se articula en el otro.
Hasta ahora no había aceptado más de dos tutorías simultáneamente para poder compatibilizarlas con otras labores. Aprovechando un mes de relativa distensión, quedo individualmente con cada autor una vez por semana o cada quince días, y dialogamos sobre el arte, la dramaturgia y la ficción, y trabajan, trabajan, trabajan muchísimo.
Este diálogo es un método socrático conocido como mayéutica que permite al maestro guiar a sus alumnos a través de preguntas para que descubran la verdad y el conocimiento por sí mismos. En el caso de las tutorías, la mayéutica permite potenciar el estilo personal de los autores hasta su máxima expresión y estimular, desarrollar y fortalecer su historia. El término, que significa «el arte de parir», parte del axioma de que el conocimiento reside en el interior de la persona y que el maestro ayuda a «dar a luz» esas ideas.
Demos a luz muchas historias relevantes, significativas y teatrales.
El teatro puede ser un objetivo, pero lo maravilloso es convertirlo en un hogar.

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