Barcelona, 18 de diciembre de 2024:

A algunos les ha dado por llamarme el Dramaturgo de la Violencia.

Mi dramaturgia no es violenta, violenta es la realidad que la aviva, como en Añicos, que parte del terrible caso del pederasta que sacudió Ciudad Lineal y que estrenamos en el Fringe Madrid en 2015. «Una pieza de cámara de intensidad desasosegante y opresiva», la describió Juan Ignacio García Garzón.

El segundo estreno comercial de Añicos fue en Caracas y es de este montaje del que acabo de recibir un haz de fotografías inéditas que no esperaba. Muchas gracias, Richard Carpio, por tu generosidad. Estas dolorosas imágenes corresponden al montaje dirigido por Natacha Valderrama que se presentó en mi querido Trasnocho Cultural en 2020. Así fue como me conocieron en Trasnocho Cultural, a través de mi obra, y hasta hoy.

Trasnocho Cultural, entre otras muchas convocatorias artísticas como, por ejemplo, el Concurso de Dramaturgia del que llevo dos ediciones como jurado, agita la escena teatral con un Festival de Jóvenes Directores anual. En la convocatoria de aquel 2020 se presentó Valderrama con mi texto bajo el brazo y un elenco de primera fila: Antonio Delli, Andersson Figueroa, Greisy Mena y Giuliana Rodríguez. Las imágenes hablan por sí solas. Impactantes.

A día de hoy, el pederasta sigue cumpliendo condena en la cárcel de Jaén. Espero que nunca le condonen la pena.

La pederastia es un tema recurrente que abordé en otros textos —el Dramaturgo de la Violencia, recordad—, pero difícilmente regrese de nuevo a esos oscuros recovecos de mi escritura. Eso sí: ahí siguen los libros, ahí sigue el teatro, para recordar que, a la violencia, es la realidad quien la aviva.

Y prevenirnos.

De la violencia. La mayor pandemia de la humanidad.

P.D. Para quienes lo habéis pedido, aquí podéis leer Añicos en PDF gratuitamente.