Caracas, 7 de octubre de 2024:
Escribo frente a un desayuno criollo y otra piscina. Este hotel está lleno de piscinas, todas ellas vacías, en perfectas condiciones pero vacías, deshabitadas.
El camarero me retira el plato con extrema educación. Sigue sorprendiéndome la extrema educación de este país. Incluso para dejarme sin pasaporte durante no sé cuánto tiempo en el control de inmigración del aeropuerto son extremadamente educados. Me lo pidieron todo: motivo de la visita, carta de invitación de la Embajada española, vuelo de salida del país, alojamiento durante mi estancia… Eso sí, siempre con extrema educación.
Salí el último y los trabajadores del aeropuerto que guardaban mi equipaje, cansados de verlo girar en la cinta transportadora, se despiden de mí agitando la mano y una amplia sonrisa. Afuera esperan Pili y Juan, quienes nada más desabrazarnos me piden una fotografía para enviar a todos aquellos pendientes de mi llegada.
Durante el registro en el hotel, el recepcionista sonríe con nervios ante mi curiosidad. No está acostumbrado a que le pregunten qué significa esa enorme pegatina enganchada en el mostrador que reza: «Infractor clausurado».
Una vez en la habitación, duermo como un tronco. Velan mi sueño algunos rascacielos, unas pocas luces navideñas —aquí ya es navidad— y, de telón de fondo, El Ávila.
Por la tarde me encuentro en Trasnocho Cultural con los trece autores del LEIT 3. Nos reciben mi querido Rafael Barazarte, en representación del teatro, y Pedro Martínez-Avial, amabilísimo agregado cultural de la Embajada española recién llegado de la delegación iraquí.
Salimos de la primera sesión unas cuantas horas después, muy emocionados: qué buenos trece textos tenemos entre manos.
P.D. Los autores son Yumiko Aliendres, Pilar Arteaga, Moisés Berr, Joaquín Lugo, Patricia Ramírez, Roma Rappa, Johan Reyes, Carlos Rivero, Grecia Augusta Rodríguez, Sócrates Serrano, Natacha Valderrama, Omar Vázquez Heredia y Luis Venero.
📷 Sócrates Serrano
















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